Viendo el partido Turquía-USA del Mundial de baloncesto en China 2019 y las reacciones posteriores, se me vino a la cabeza rápidamente el concepto acuñado por Nassim Nicholas Taleb conocido como “cisne negro”. Según define este autor, un cisne negro es un suceso improbable, sus consecuencias son importantes y todas las explicaciones que se pueden ofrecer a posteriori no tienen en cuenta el azar y solo buscan encajar lo imprevisible en un modelo perfecto.
Pues bien, lo que pasó en dicho partido, salvando las distancias, fue una especie de cisne negro. Sin caer en el sesgo de retrospectiva, ¿cuántos de nosotr@s habíamos previsto que los últimos minutos … ¡de la prórroga! fueran así? Lo que nos lleva a la gran pregunta: ¿se puede entrenar un cisne negro?
He leído por parte de muchos profesionales que se podía haber entrenado los tiros libres bajo presión, la parte mental del juego, las emociones … No está mal, lo que sucede es que por lo improbable del evento (a este puedo unir otros ejemplos como el mítico partido de fútbol entre Alemania y Brasil donde literalmente los cariocas desaparecieron del campo) los deportistas no se preparan para ello. Se preparan para ser grandes profesionales y rendir bajo presión. Y eso es muy difícil. Quien haya estado ahí lo sabe. Por lo tanto, ante semejante titánica tarea, ¡no hay tiempo para cisnes negros!
Si yo fuera la psicóloga de la selección turca, mis jugadores hubieran fallado los tiros libres igual. ¡Lo sé! Vaya manera de venderme. Claro que hubiera preparado el partido específicamente con ideas como las que siguen:
– Creer que es posible: se puede hacer referencia a la primera vez que se rompió la barrera de los 10 segundos en los 100 metros lisos y cómo después de que lo consiguiera el primer atleta en la historia, en los siguientes 6 meses lo consiguieron muchos más. Ya estaban preparados para hacerlo, solo les faltaba «creérselo».
– Ayudar a clarificar y fijar el plan de partido que fuerza a USA a jugar “de forma no habitual”: la única manera de tener opciones frente a ellos es hacerles jugar cosas que normalmente no juegan tanto en ataque como en defensa
– “The best case scenario”: anclaje atencional para que se mantengan en el plan siempre, especialmente si hay posibilidad de ganar.
¿El resultado hubiera cambiado? Pues no lo sé. Solo sé que lo improbable, cuando pasa, arrasa con todo 😉
Ahora, aviso a navegantes. Este partido es la mejor sesión de “creer que se puede” que le haya regalado USA nunca al resto de selecciones. ¡Maravilloso! Una prueba de fe. Y ahora lo saben… todos.
¿Quién aprovechará mejor este nuevo escenario? Que ruede el balón.
(*) hoy Turquia ha quedado eliminada de la Copa del Mundo al perder con República Checa. Para poner más en valor y en perspectiva el nivel real del equipo y el impacto emocional de unos jugadores que se vieron jugando el mejor partido de sus vidas contra el mejor equipo del mundo y se vieron sobrepasados.